Que noche la de anoche... (Parte 2)

-Hey ¿cómo te sientes? Oye, ¿dónde estás?... No se pudo haber ido, si lo dejé encerrado -escucha a la voz mientras permanece escondido bajo la cama. "Esa voz me parece conocida... pero dónde la he escuchado... ¡maldición!".
Repentinamente pudo sentir que alguien tomaba su pierna. "Ahí estás... Sal de ahi" le dijo mientras lo tiraba para sacarlo de su escondite.
- ¿Quién eres? y dime ¿qué mierda hago aqui? ¿Dónde estoy?
- ¿Cómo? ¿No te acuerdas lo que pasó anoche? Si tan bebido no estabas...
- Si te pregunto es porque no recuerdo nada. Ahora contéstame: ¿dónde estoy y quién eres?
- Toma, aquí está tu ropa. Ahora vete de mi casa... si no eres capaz de recordar lo que pasó no tenemos nada más que hablar.
- No me voy sin que me contestes. ¡Habla de una vez por la cresta!
- ¡Andate, o llamo a la policía!
- Ok, me voy, pero por favor dime qué pasó anoche -suplicaba-. ¿Qué es lo que quieres que haga para que me cuentes? Necesito saberlo, no recuerdo nada. Más encima, despierto y estoy desnudo y encerrado...
- Lo del encierro te lo puedo contestar -le interrumpió-. Lo que pasa es que no quería que salieras de la habitación, pues que te vieran asi era peligroso tanto para ti como para mí.

Por un tiempo calló mientras se vestía, tratando de entender lo irreal de la situación. Pero no era irreal, era lo que estaba pasando en ese mismo momento, y nada podría cambiar la situación. Finalmente sólo atinó a preguntar:
- Anoche tuvimos sexo, ¿no? Si no, no me explico el por qué estaba desnudo...
- No te responderé a esa pregunta, sólo puedo decirte que debes irte pronto. No estás seguro aquí, ni yo tampoco. Vamos, termina de vestirte y ándate. Aquí están tus zapatos.
-Pero...
-Pero nada -le interrumpió-. Vamos, ándate ahora- le dice mientras lo empuja hacia la puerta.
-Por lo menos dime tu nombre -le pregunta mientras afirma la puerta.
-Gabrielle... adios -cerrando la puerta.
"Gabrielle, ¿quién eres?" se dijo pensando mientras bajaba las escaleras. "Gabrielle..."

(continuará)

Cada vez que respiro, cada vez que me odio mas...